Sierra Atacama, que opera un yacimiento de cobre centenario ubicado a 70 kilómetros de Antofagasta, solicitó a la justicia iniciar un procedimiento de reorganización para evitar la quiebra.
La firma tiene pasivos que superan los $70 mil millones (US$80 millones) y sus principales acreedores son Mitsui, Tanner y Recomin Servicios Mineros.
Sierra Atacama SpA. nació en enero 2020, justo al inicio de la pandemia, lo que implicó un primer gran impacto negativo para el proyecto, ya que se debió duplicar el costo de inversión, se retrasó el inicio de la operación por casi un año y se duplicó el costo de los principales insumos respecto del proyecto original.
Finalmente, la operación de la compañía comenzó en julio de 2022, con una producción de 288 toneladas de cátodos por mes promedio. Esto fue muy por debajo de las 700 toneladas proyectadas originalmente. Problema que se extendió durante el primer año, debido al mal funcionamiento de la planta de chancado.
Para revertir la situación, la compañía explicó que reemplazó los chancadores secundario y terciario de la planta por unos de última generación. Si bien la orden de compra se entregó en noviembre de 2022, no pudieron ser instalados hasta julio 2023.
Según explicaron en su presentación a la justicia, esta situación se tradujo en la necesidad de inyectar dineros frescos, los cuales fueron provistos por el socio controlador y totalizaron aportes de capital por US$47 millones a diciembre 2022 y US$35 millones durante 2023. Materializados a través de aumentos de capital o préstamos del controlador para solventar las pérdidas operacionales.
Según publicó el Diario Financiero, la compañía ha sido capaz de tener producciones que han promediado las 670 toneladas desde agosto (primer mes completo con nuevos chancadores), superando los rendimientos productivos planificados en el origen de la operación.
Además, su planta de electro-obtención cuenta hoy con la capacidad de producir cerca de 950 toneladas mensuales de cátaros de alta pureza, más de un 30% del proyecto original y que hoy pueden ser logradas dada la capacidad operativa existente en toda la planta.
“La compañía estima que esta solicitud de reorganización es la forma que se podrá cumplir los compromisos adquiridos con sus proveedores y darle visibilidad al proyecto productivo. Por todo lo anteriormente dicho, se torna fundamental y necesario iniciar un procedimiento de reorganización judicial, por cuanto tenemos la convicción de la viabilidad de la compañía”, señaló la firma en su escrito a la justicia.
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