Es una de las pastelerías más tradicionales de Chile ahora dejará de existir: la empresa Cory solicitó su liquidación voluntaria. «El impacto de la pandemia ha sido irreversible, volviendo inviable la compañía», dijo la firma ligada a la familia Ungar y que llegó a manejar 13 locales en la capital en cerca de 38 años de funcionamiento.
En su presentación a la justicia, la empresa insistió en que el golpe que les generó la pandemia fue terminal. «No obstante el esfuerzo de los socios y todos los colaboradores, quienes han sido fundamentales en todos estos años, el impacto ha sido irreversible, volviendo inviable la compañía, y teniendo que pedir su liquidación», dijo según informaron los medios.
Cory crecía exponencialmente y tenían planes de seguir haciéndolo, incluso con franquicias. Sin embargo, el Covid-19 sacudió con especial dureza al rubro gastronómico, ya que se restringió el funcionamiento normal de restoranes y cafeterías, lo que afectó directamente en las ventas.
Andrés Ungar explicó que, con la finalidad de enfrentar esta difícil situación, Cory decidió implementar el delivery. Sin embargo, a pesar de tener muy buenos resultados al poco tiempo de haberse instaurado, sólo les permitió sostenerse durante estos 16 meses.
«Eso sí, siempre teníamos claro que necesitábamos de forma urgente abrir el corazón del negocio, que son nuestros locales en los malls, lo que lamentablemente no ocurrió, excepto en fase 3 durante los meses de noviembre y diciembre 2020 y parte de febrero 2021. Luego retrocedimos de nuevo. La verdad, es que hicimos todos nuestros esfuerzos para sostener la operación y luchamos hasta el final», dijo el directivo.