¿Qué es una reorganización empresarial y por qué no debe confundirse con la quiebra?

En el ecosistema económico chileno, hablar de reorganización empresarial en Chile ya no es una rareza ni un tabú. De hecho, la volatilidad del escenario global —marcado por la desaceleración de China, la presión inflacionaria persistente en EE.UU. y Europa, y el ajuste crediticio interno tras la política monetaria restrictiva del Banco Central de Chile— ha empujado a más compañías a enfrentar tensiones financieras. En este contexto, la reorganización empresarial en Chile emerge como un instrumento clave para la supervivencia y transformación de negocios con potencial, pero con dificultades de caja o sobreendeudamiento.

Es fundamental subrayar que la reorganización no es sinónimo de quiebra. Mientras la quiebra o liquidación busca cerrar operaciones, vender activos y pagar en la medida de lo posible a los acreedores, la reorganización se concibe como una cirugía mayor: preservar la empresa, mantener la generación de empleo y asegurar que las relaciones comerciales sigan siendo productivas en el tiempo.

En palabras simples: la quiebra mira al pasado y liquida lo existente; la reorganización se proyecta al futuro y construye sobre la viabilidad real.


El mecanismo detrás de la reorganización empresarial en Chile

La Ley de Reorganización y Liquidación de Activos (Ley N° 20.720) establece este procedimiento como una herramienta legal para empresas que, si bien presentan problemas de insolvencia, poseen capacidad de generar valor si se reestructuran adecuadamente. Implica negociar con acreedores, redefinir plazos y condiciones de pago, y, en muchos casos, atraer nuevo capital o socios estratégicos. Todo esto bajo la supervisión de un veedor, y con el objetivo de lograr un acuerdo que permita a la compañía seguir operando.

El rol del tiempo es decisivo: mientras más temprano se inicia el proceso de reorganización empresarial en Chile, mayores son las posibilidades de éxito. Cuando la reorganización se aborda tardíamente, la empresa ya ha perdido activos estratégicos, talento humano y credibilidad frente al mercado.


Ejemplos icónicos y lecciones recientes

El caso de LATAM Airlines durante la pandemia de COVID-19 es un ejemplo paradigmático de cómo un proceso de reorganización permitió a la aerolínea no solo sobrevivir, sino también reestructurar sus pasivos, ajustar su modelo de negocio y volver a operar en mejores condiciones financieras.

En Chile, durante 2023 y 2024, varias cadenas de retail y constructoras medianas optaron por procesos de reorganización empresarial en lugar de la liquidación, permitiendo mantener miles de puestos de trabajo.

Hoy, en 2025, sectores como la construcción, la agroindustria y el comercio minorista enfrentan un desafío similar: sobreendeudamiento producto de tasas altas y caída en la demanda interna. La reorganización empresarial en Chile se perfila como un salvavidas estratégico para evitar una ola de quiebras que solo profundizaría la desaceleración.


Por qué importa diferenciar reorganización empresarial de quiebra

Desde la óptica macroeconómica, fomentar la reorganización empresarial en Chile es proteger tejido productivo. Cada empresa que logra salir adelante bajo este mecanismo representa empleos preservados, proveedores que siguen facturando, impuestos que continúan recaudándose y consumidores que mantienen acceso a bienes y servicios.

Confundir la reorganización con la quiebra es un error que puede costar caro, porque inhibe a empresarios y directorios de actuar a tiempo. A menudo, el estigma asociado a estos procesos impide verlos como lo que realmente son: una oportunidad de rediseñar la estructura financiera de la empresa y ganar competitividad.


Una mirada experta: la decisión a tiempo

La experiencia muestra que las reorganizaciones empresariales en Chile más exitosas son aquellas acompañadas de asesoría técnica, estratégica y legal desde el inicio. No se trata solo de renegociar deudas, sino de repensar el modelo de negocio, reenfocar la estrategia comercial y recomponer la confianza del mercado.

En Reset Chile entendemos que cada caso requiere una mirada integral. Nuestro equipo acompaña a las empresas desde el diagnóstico financiero hasta la ejecución del plan de reorganización empresarial, generando un impacto positivo no solo en la compañía, sino también en su ecosistema.

La reorganización empresarial en Chile no debe verse como un fracaso, sino como una nueva oportunidad para empresas con valor real. Si su compañía atraviesa dificultades financieras pero mantiene un potencial operativo sólido, el momento de actuar es ahora.

👉 Agenda una reunión con Reset Chile y exploremos juntos el camino hacia una reorganización exitosa.

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