El proceso de reorganización judicial por el que está pasando la salmonera Nova Austral se extiende, al menos, hasta el 26 de octubre, según publicó el Diario Financiero.
Nova Austral adeuda unos US$560 millones, situación por la que lleva años en una estrecha situación financiera, tras una serie de multas y castigos producto de infracciones ambientales cometidas por la administración anterior.
¿Qué pasó?
La junta de acreedores, que ya se había postergado, estaba agendada para el pasado 20 de septiembre, pero horas antes, la compañía logró conseguir una nueva prórroga y la junta quedó fijada para el próximo mes.
El problema radica en la disputa entre los dos principales acreedores de la salmonera y mantiene el riesgo latente de que la compañía se liquide.
Del total de la deuda de Nova Austral, casi 75% corresponde a los tenedores de bonos, representados por una firma denominada Nordic Trustee. Luego, en la lista de acreedores, sigue el banco noruego DNB, al que le corresponde más de 12% de la deuda.
Propuestas iniciales
La propuesta de reorganización de la empresa delineó dos caminos:
En el primero, los bonistas condonan toda la deuda y el DNB la mitad de ella. Posteriormente, los acreedores aportarían hasta US$23 millones para mantener la firma a flote y se quedarían con la salmonera. El segundo, contempla vender la empresa para poder pagar las deudas.
Los bonistas apoyan la primera propuesta, mientras que DNB Bank no se ha mostrado conforme con ninguno de los dos caminos y presentó una demanda contra Nordic Trustee en un tribunal de Oslo, Noruega, logrando que el tribunal noruego concediera una medida cautelar y prohibiera a Nordic Trustee votar en la reorganización.
Por otro lado, en caso de liquidarse Nova Austral, DNB estaría primero en la lista para recibir el producto de la venta de los activos de la salmonera que están entregados en garantía.
Tercera propuesta
Los bonistas consiguieron acogerse a un artículo de la Ley Concursal para prorrogar la votación en dos ocasiones y, en paralelo, la empresa presentó una tercera propuesta de reorganización: un aumento de capital.
Se plantea que los bonistas podrían financiar hasta US$15 millones del mismo, para luego quedarse con 49 mil nuevas acciones de la salmonera. A su vez, al DNB se le pagarían US$15 millones mediante la capitalización de deuda, entregándoles 51 mil nuevas acciones. El remanente de la deuda sería reprogramada.
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