Inmobiliaria Padre Mariano SpA pidió a la justicia la apertura de un proceso de liquidación voluntaria por pasivos por más de $14 mil millones. Su principal acreedor es el banco Scotiabank.
La sociedad fue constituida por Alfonso Fuenzalida Calvo en agosto de 2018 y, cinco meses después, ingresaron a la propiedad nuevos accionistas no relacionados con el fundador. Se definió como propósito de la empresa el desarrollar un proyecto en Padre Mariano 94 (Providencia), de uso habitacional, oficinas y apart hotel.
¿Qué ocurrió?
En su presentación a la justicia la sociedad acusa que “todos los cálculos efectuados por el señor Fuenzalida Calvo demostraron estar completamente equivocados”. Además, se señala que Fuenzalida Calvo empezó a enfrentar problemas en otra cantidad de proyectos que estaba desarrollando, lo que terminó en una situación pública de querellas y conflictos.
Frente a estos, los directores y accionistas de Padre Mariano SpA decidieron intentar negociar la salida del señor Fuenzalida Calvo, para tratar de disminuir los impactos negativos en el proyecto y sus contrapartes. Para ello, asumieron con sus acreedores bancarios y proveedores el compromiso de terminar el proyecto y de poner fondos por sobre los inicialmente comprometidos, “aun sabiendo que el proyecto implicaría una probable pérdida para ellos”.
En enero de 2021, se suscribió el contrato de construcción a suma alzada con la Constructora, Inmobiliaria e Inversiones Oval Limitada. Debido a la pandemia que impactaba al mundo, se sumó un pago adicional al contrato para enfrentar los potenciales mayores costos.
En abril de 2023, la inmobiliaria obtuvo la recepción definitiva de la Municipalidad de Providencia. En paralelo, se mantuvo el proceso de ventas, al tener mayor claridad respecto al término de las obras. Pero, debido a los atrasos, algunas ventas fueron rescindidas. Al mismo tiempo, surgieron problemas con Scotiabank.
«La sorpresa fue cuando, en mayo 2024, Padre Mariano recibió la solicitud de arbitraje por parte de Constructora Oval y las medidas precautorias de prohibición de celebrar actos y contratos que recaían sobre el Edificio Padre Mariano y las unidades no transferidas, la cual imposibilitaba a Padre Mariano seguir con su proceso de venta y, además, impidió que siete compraventas que ya estaban firmadas e ingresadas al Conservador de Bienes Raíces se pudieran inscribir. En otras palabras, dejaba inviable el futuro de la compañía al no poder generar flujos», dijo la inmobiliaria a la justicia.
La administración de Inmobiliaria Padre Mariano llevó a cabo reuniones y negociaciones con Oval durante varios meses. En los antecedentes presentados a la justicia, se aseguró que los accionistas de Padre Mariano «formalmente ofrecieron el pago de las facturas impagas y un pago adicional de UF 7.500 para dar por terminado el conflicto, sin embargo, esto no fue aceptado por Oval».
Luego se aseguró, le ofrecieron a Oval la entrega de las acciones y reconocimientos de deuda de los inversionistas, es decir, la entrega de la totalidad del proyecto.
“Los inversionistas estuvieron dispuestos a perder el 100% de los fondos puestos en el proyecto para proteger a los compradores de unidades y pagar al banco; pero esto no fue aceptado por Oval», dijeron los representantes de la firma a la justicia, quienes finalmente justificaron la solicitud de quiebra presentada el pasado 3 de enero: «Tras conversaciones con Scotiabank y Oval, los accionistas han llegado a la conclusión que la única alternativa viable para cuidar de los intereses de la mayoría de las contrapartes es entrar en un proceso de liquidación”.
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