El mes pasado, Ingeniería y Construcción RYH SpA solicitó el inicio de un procedimiento de quiebra, apuntando a los graves efectos que generó la crisis social y luego la pandemia.
Según comentó la empresa en su solicitud de liquidación voluntaria, la pandemia provocó que muchos proyectos fueran postergados, lo que generó un aumento en la competencia de las pocas licitaciones públicas que surgieron. Grandes empresas compitieron en licitaciones en las que normalmente no habrían participado. Es decir, en licitaciones donde generalmente postulaban 5 o 6 empresas, ahora habían hasta 15 empresas, según lo informado por el Diario Financiero.
Estas empresas eran de mayor tamaño, tenían equipos con mayor experiencia, y podían ofertar por ingresos marginales a menores costos, lo que provocó que Ingeniería y Construcción RYH SpA no ganara ninguna licitación en estos últimos dos años.
Explicaron también que, en esos últimos dos años, la situación financiera de la empresa se complicó a raíz del estallido social y la pandemia. «El rubro sufrió un frenazo tanto en la parte pública como en los proyectos en el sector privado, sin embargo, siempre su principal cliente fue el Estado. Este último a partir de licitaciones públicas y adjudicaciones le permitían obtener ingresos a mediano plazo y por su parte, los proyectos con los privados permitían flujos a corto plazo».
La firma buscó el ingreso de nuevos socios y proyectos, e hizo caja con la venta de activos con la idea de levantar nuevamente la empresa. «Sin embargo, la situación a nivel país no ha mejorado de la manera que uno esperaría, debiendo solicitar la liquidación voluntaria de la empresa», dice la petición de quiebra.