La empresa Servicios Integrales de Cobranza y Correspondencia SpA (SICC), considerada una de las más grandes del rubro dentro del país, deja de funcionar porque solicitó a la justicia su liquidación voluntaria. Los pasivos de la compañía superan los $4.650 millones.
En la solicitud de quiebra, el abogado representante dijo que su cliente “se ve turbado por los cobros y llamados de sus acreedores, pues arrastra una serie de deudas, junto a ello, la publicación de sus obligaciones morosas en los registros comerciales, en especial el Boletín Comercial y registros bancarios, provocan un impedimento para prestar servicios, ya sea a antiguos clientes o captar nuevos”, según lo publicado por el Diario Financiero.
La empresa agregó en el documento que se vieron obligados a reducir sus operaciones drásticamente, lo que involucró el despido de trabajadores y el término de contrato de prestación de servicios con casi el 50% de sus clientes. Además, SICC señaló que debieron enfrentarse a demandas judiciales y cobros extrajudiciales abusivos, que terminaron por llevarlos a un estado de insolvencia.
¿Hubo una disminución de carteras de cobranza?
Si bien al comienzo de la crisis por el Covid-19 hubo una baja en los ingresos de la compañía, las diferentes ayudas económicas generaron un contexto de alta liquidez que llevó a muchos a pagar sus deudas. El problema fue que desde mediados del primer semestre del 2021, empezó una contracción en la industria de la cobranza, porque con “el pago de las deudas, producto de los beneficios, disminuyó fuertemente la morosidad”.
El abogado representante afirmó que con gastos operacionales cuantiosos y sin lograr ventas y/o ingresos significativos, la firma se encuentra en un estado de insolvencia al verse imposibilitados de asumir las obligaciones contraídas.