Comercial Sportex SpA solicitó a la justicia el inicio de un proceso de reorganización financiera por pasivos de casi $15 mil millones. Sus principales acreedores son los bancos BCI, Santander y Estado.
Con más de 35 años de trayectoria, la compañía se centra en la distribución de ropa, calzado y accesorios deportivos de reconocidas marcas internacionales con licencia como Everlast, NGX, Zoo York y Pony, entre otras. La distribución de la compañía abarca todo el país a través de tiendas independientes, mayoristas, supermercados y canales online.
«Diversas adversidades motivaron a la compañía a solicitar la apertura de un procedimiento de reorganización judicial con el objetivo de reestructurar sus pasivos y asegurar la sostenibilidad de su operación en el mediano y largo plazo», señalaron en su presentación a la justicia, agregando que, con este proceso, la sociedad busca renegociar sus compromisos financieros con acreedores, y así continuar operando «con un enfoque renovado» en eficiencia y crecimiento sostenible.
¿Cómo se llegó a esta situación?
La sociedad mencionó un contexto desafiante que ha afectado al sector retail y a la economía nacional en los últimos años derivado de la crisis social, la pandemia, un sobreendeudamiento bancario y el alza en el tipo de cambio:
– Las movilizaciones, revueltas y la inestabilidad económica en Chile derivada del estallido social ocurrido en 2019, impactaron gravemente el comercio, con cierres prolongados y menor afluencia de clientes en los locales.
– La pandemia ocasionó el cierre temporal de tiendas físicas, restricciones de movilidad y disrupciones en la cadena de suministro global que significaron una fuerte caída en las ventas y una acumulación de inventarios, lo que impactó negativamente la liquidez de Sportex. A esto sumó el «aumento exponencial» de los costos de transporte internacional.
– En un esfuerzo por sostener su operación durante la crisis sanitaria y adaptarse a un entorno cambiante, Sportex accedió a financiamiento adicional que se tradujo en un sobreendeudamiento bancario. Aun cuando la compañía ha cumplido con sus compromisos financieros en los plazos establecidos, el costo de dicho endeudamiento impactó directamente en su flujo de caja. En particular, se mencionó la capacidad para efectuar compras y reposición de inventario en los parámetros requeridos para sostener los niveles de venta que necesita la firma.
– La depreciación del peso chileno frente al dólar, se tradujo en un aumento en el tipo de cambio. Esto ha encarecido significativamente los costos de importación, afectando el margen de comercialización de productos de la empresa, los que dependen en gran medida de proveedores y transportes internacionales.
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