El procedimiento ARJ explicado: una segunda oportunidad para tu empresa

Cuando una empresa atraviesa una crisis financiera, muchas veces se cree que solo hay dos caminos posibles: resistir hasta que las deudas la ahoguen o iniciar un proceso de quiebra. Pero existe una tercera alternativa legal, estratégica y cada vez más utilizada en Chile: el Acuerdo de Reorganización Judicial (ARJ).

En este artículo te explicamos qué es, cómo funciona y por qué puede ser la oportunidad que tu empresa necesita para comenzar de nuevo.

¿Qué es el procedimiento de Reorganización Judicial (ARJ)?

El ARJ es un mecanismo legal establecido en la Ley N° 20.720 que permite a las empresas renegociar sus deudas con acreedores bajo la supervisión de un tribunal. Su objetivo principal es evitar la quiebra y permitir la continuidad operativa de la empresa, reorganizando sus pasivos con plazos y condiciones realistas.

En palabras simples: es una herramienta para empresas viables que enfrentan un momento crítico, pero que todavía tienen futuro.

¿Quiénes pueden acceder al ARJ?

Cualquier empresa (persona natural con giro o persona jurídica) que cumpla con dos condiciones básicas:

  1. Esté en insolvencia o con riesgo inminente de estarlo.
  2. Tenga intenciones reales de reorganizar sus operaciones y comprometerse con el cumplimiento del acuerdo.

¿Cuáles son las etapas del ARJ?

Consta de varias fases claras y reguladas por ley:

1. Presentación de la solicitud

La empresa presenta su petición ante el tribunal, adjuntando antecedentes financieros y una propuesta preliminar de reorganización.

2. Designación del Veedor

El tribunal designa un profesional independiente que supervisará el proceso: el veedor. Su rol es garantizar la transparencia del proceso y apoyar la negociación entre las partes.

3. Protección financiera concursal

Una vez aceptada la solicitud, la empresa queda protegida legalmente: no pueden embargarla, ejecutar garantías ni iniciar demandas de cobro, durante el período de negociación.

4. Negociación con los acreedores

Se convoca a una junta de acreedores para revisar y votar la propuesta de reorganización. Esta puede incluir plazos, quitas (descuentos de deuda), reestructuración de pagos, entre otros.

5. Aprobación del acuerdo

Si la mayoría de los acreedores acepta (según lo establecido por la ley), el plan se convierte en obligatorio para todos. La empresa lo ejecuta con seguimiento legal.

¿Por qué reorganizar no es sinónimo de fracaso?

Porque reorganizar es elegir seguir adelante, pero con estrategia. Muchas grandes empresas en Chile y el mundo han atravesado procesos similares para superar crisis económicas, ajustarse a nuevas realidades de mercado o reinventarse.

El ARJ no tiene nada que ver con rendirse, al contrario: implica tomar decisiones valientes, transparentes y responsables.

Beneficios reales del ARJ

Evita la quiebra y mantiene la continuidad operativa
Suspende acciones judiciales en contra
Facilita acuerdos sostenibles con acreedores
Permite recuperar la confianza del entorno
Protege el empleo y el patrimonio empresarial

Reset Chile te acompaña

En RESET Chile, acompañamos a empresas que atraviesan momentos complejos con un enfoque jurídico, financiero y humano. No solo diagnosticamos el problema: diseñamos contigo un nuevo comienzo posible y sostenible.

Si tu empresa está enfrentando dificultades, el ARJ puede ser una salida realista y estratégica.

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